Aquí estamos probando objetivos antiguos de esta "Serie E" de Nikon. Hoy en día estas ópticas están descatalogadas y reemplazadas por otros modelos mas modernos con prestaciones ampliadas y mas automatismos. Pero quién se puede resistir...
Es una pieza lanzada en 1979, que cuenta con buenas referencias de su etapa analógica; siendo entonces el angular de la gama mas accesible de Nikon con la que se sacrificaba algo de calidad en la construcción en favor del precio. Aunque sin mucha merma de calidad en la óptica con respecto a sus hermanos "Nikkor".
en esta foto se aprecia el "made in Japan"
sombreado, ahorro de costes hasta en las rotulaciones... se ve de igual forma que el plástico acusa los roces, aunque levemente
Tanto el cuerpo como los anillos de enfoque y diafragma son de plástico, de un plástico mas duro que el de los objetivos modernos. La montura es metálica, eso sí. A mi no me desagrada la solución, aunque me parece de mejor tacto el plástico de los modernos Nikkor que el de este 28mm Serie E. A su favor este material tiene pinta de ser bastante mas robusto. Así como los objetivos metálicos antiguos parecían ir a romper baldosas en caso de caída, este 28mm parece que fuera a rebotar. Lógicamente no pienso probar a ver si rebota, ni hablar, pero es la sensación que da, no tiene ninguna pinta de ir a romperse, y es bastante ligero, unos 150 gramos.
la clásica ventanita translucida se echa de menos en la escala de distancias, ¿pero a quién le importa?...
Una versión posterior de este modelo de 28mm Serie E reseñado incluiría un anillo metálico entre las escalas de distancia y diafragmas, a todas vistas de utilidad puramente estética, y posiblemente en respuesta a las críticas versadas sobre el "todo plástico" por los fotógrafos de la época, acostumbrados a construcciones cien por cien metálicas.
Las ópticas delantera y trasera están bastante expuestas, es muy conveniente proteger el objetivo con cualquier filtro o parasol, y tener cuidado a la hora de montarlo y desmontarlo para evitar sustos. El parasol será un gran aliado, por este y mas motivos.
Al tratarse de un objetivo de enfoque manual y relativamente luminoso, el manejo del foco es la primera preocupación sobre el terreno. La construcción de plástico parece influir en el accionamiento del anillo de enfoque, no tiene la suavidad ni la precisión exageradas de otros modelos de foco manual de Nikon, pero se lleva un aprobado alto. El giro completo es relativamente rápido, se efectúa en solo 90º.
En concreto la unidad probada -usada y con bastantes años- tiene un accionamiento suave y sin holguras si enfoco normalmente; si tengo que pasar de infinito a una distancia próxima de golpe con rapidez, se acciona bien aunque parece dar un "saltito", no muy brusco, solo si hago demasiado rápido todo el recorrido, solo pasa volviendo de enfocar de infinito a cerca. Un punto menos, aunque no parece un problema tampoco y puede deberse seguramente a la unidad que parece haber tenido un uso considerable.
Permite enfocar con precisión y su buena luminosidad ayuda, sobre todo en los visores de las cámaras DX, donde cuesta mas dar con el foco debido al menor tamaño del espejo, y menor área de enfoque en comparación con las cámaras de 35mm. El anillo de diafragma va sin problemas en esta unidad. Comparándolo con otras ópticas manuales no es la mejor en este apartado, pero va de sobra.
El peso es testimonial, dentro de unos 150 gramos, lo que lo hace muy usable. Es fácil usar la cámara con una sola mano con este 28mm, si hemos pre-enfocado previamente, claro. El peso de nuestro equipo y su centro de gravedad se quedan en la cámara, que se quedará de pie con seguridad si la posamos en plano, sin caerse hacia delante.
En las ópticas de la "Serie E" Nikon no parece haber querido ahorrar demasiado en el apartado óptico, dándole a este 28mm E un revestimiento óptico especial, llamado "Nikon Integrated Coating". Por una parte las imágenes transmiten a mi parecer un rendimiento de color y contraste soberbio, las imágenes resultan muy naturales. La cara "B" es que los reflejos no están controlados, y destellos y zonas veladas se cuelan con facilidad en las fotos si no controlamos la luz. Es fácil, podemos usar la mano con la que enfocamos como parasol eventual, además el efecto es bastante visible y previsible en el visor antes de disparar, confirmado. Si se cuela uno de esos "flares" solares, se vela la mitad de la foto, ojo, es irrecuperable.
En la unidad probada puedo ver una nitidez muy buena en el centro del fotograma en todas las aperturas, y una leve aberración esférica en el lado derecho del fotograma que no se va cerrando el diafragma. No demasiado acusada, pero reseñable para fotografías de 10 mp. en una cámara DX como la D80, menos notoria en los 6 mp. de la nikon D70. Un fenómeno que imagino que se verá ampliado en cámaras de 35mm y con más resolución. Aunque es aceptable para tratarse de un objetivo angular, y puede deberse también a la unidad probada.
Una buena nota para el apartado de aberraciones cromáticas, están bastante controladas, son mínimas y muy fáciles de corregir en edición digital. A esta buena nota se suma la del bokeh, me parece bueno, no distrae demasiado (a pesar de tratarse de un gran angular) y no sufre de cromatismos en alto contraste.
Para paisajes angulares no puede competir con un 18-70mm por ejemplo, del que también soy feliz poseedor a todo esto. Para paisajes es mejor disponer de un zoom para componer, y si es posible sin el problema de la aberración esférica comentado anteriormente. Pero también saca alguna que otra buena foto. Para fotografía de acción también se nos antoja desfasado, no pudiendo competir con los AF, claro. Pero para trabajar con poca luz sí que se muestra bastante útil y manejable, tiene el recurso de su buena transmisión de luz y de su máxima apertura de f2.8, y su corto tamaño no le hace sombra al flash de la cámara si hace falta dispararlo, esto dicho con una D70 y a la mínima distancia de enfoque (unos 30cm).
Otro uso para este 28mm es la fotografía de retrato. No es excesivamente luminoso como lo es un f1.8, pero permite hacer muy buenas fotos en esta modalidad por su definición en el centro del fotograma y su buen rendimiento de color.
Y voy al uso que mas le estoy dando a esta pieza... el macro, invertido y sin usar tubos, calculo que da una relación de aproximación de 4:1 al cubrir un área de 12x8mm. Es fácil, se enrosca el anillo inversor al frontal del objetivo, y se monta en la cámara por el frontal, con el objetivo "al revés". Lo uso con una D70, que sincroniza el flash de la cámara a 1/500s (el doble de velocidad que las cámaras "pro"), con lo que no hacen falta flashes externos.
28mm Series E con anillo inversor con flash modo manual 1/2 potencia, ISO 100, apertura f/22 - 1/160s, exposición +2 en proceso digital. exposición en día nublado, sin sol
Este 28mm E es tan corto que confirmo que con la D70 se pueden sacar fotos con el flash de la cámara con el objetivo invertido, ¡y el objetivo no le hace sombra al flash de la cámara (D70) enfocando a tres centímetros! Con lo que se pueden hacer perfectamente fotos de ampliaciones bestiales... "a pulso", puesto que la D70 nos deja llegar a 1/500s disparando el flash integrado.
Y si queremos un flash externo para dirigir mejor la luz con la D70, podemos sincronizar este flash externo a... ¡¡¡1/8000s!!! (a esa velocidad en modo manual, con control de la potencia de forma manual, no TTL). Y lo mismo pasa con una cámara Nikon D40 (no con la D40x, ojo) y con la D50, son cámaras que permiten sincronizar flashes externos a cualquier velocidad de obturación. Aunque cuidado, la velocidad de sincronización se puede ralentizar por usar dispositivos de sincronización de flashes externos por infrarojos, por ejemplo, cada solución tiene sus características y limitaciones. Recomiendo el uso de un cable a la zapata, que normalmente permite la sincronización extrema a 1/8000s.
En este uso extremo de este 28mm Serie E invertido, al usar solo la parte central de la óptica se usa lo mejor del objetivo (sin esas aberraciones esféricas en los bordes del fotograma detalladas antes) y resultan fotografías de muy buena resolución aún con tanto factor de ampliación (4:1), con muy buen rendimiento de color, contraste y definición. Para conseguir este nivel de ampliación con un AF 50mm 1.8 se debe invertir el 50mm sobre tubos de extensión +6, pero las fotos salen mejores con el 28mm, sin duda. Y en buena lógica, puesto que exprimimos menos la óptica, y la transmisión de luz es mayor al no tener que usar los tubos con el 28mm.
Si podemos hacer exposiciones largas controlaremos mejor la luz al evitar los reflejos del flash. Pero al respecto, al tratarse de un gran angular, estos reflejos son mas pequeños y menos visibles que si usáramos un teleobjetivo, incluso resultan fáciles de eliminar en edición digital. Otro apunte, al ser un gran angular podríamos esperar algo de "coma" en estos reflejos, pero este problema está muy muy contenido en este 28mm en uso invertido. Y si disparamos el flash en combinación con fuerte luz solar podemos conseguir fotos sin destellos ni sombras, dependiendo del ángulo de la toma.
28mm Series E con anillo inversor, flash de la cámara modo manual potencia completa, ISO 100, apertura f/22 - 1/320s. exposición a fuerte luz solar, véanse la casi ausencia de sombras y reflejos gracias a la combinación flash/luz solar
y al ángulo de disparo
Para los habituales de la foto macro, puede surgir una duda... si no podemos usar el diafragmado automático, ¿cómo hacemos para enfocar si tiramos la foto a f/22, si no tenemos AF y no se ve nada por el visor? Pues tiene truco la cosa, ahí va. La palanca del diafragma en la parte trasera del objetivo normalmente va oculta en la montura, pero ahora se deja ver y "tocar" al estar el objetivo invertido. Pues bien, requiere un pelín de práctica pero es usable en modo manual. Colocamos el anillo de diafragma en posición de apertura mínima f/22 (obligatoriamente, porque si no no podremos "jugar" con la palanca, por el bloqueo del mecanismo AI) y podemos "jugar" a abrir y cerrar el diafragma con esta, no cuesta y es fácil. Lo abrimos a la ahora de enfocar, y soltamos la palanca para que se cierre el diafragma antes de disparar, procurando no mover la cámara en lo posible para no perder el foco.
28mm Series E con anillo inversor con flash modo manual 1/2 potencia, ISO 100, apertura f/8 - 1/160s. exposición en día nublado, sin sol. Se enmarca la foto por la sección central de la óptica, véase la ausencia de distorsión esférica en las gotas de los laterales y la excelente definición
No puedo hablar (todavía) de otros 28mm fijos, pero este me parece correcto. Sin llegar al nivel de entusiasmo que me produce el 75-150mm de la misma Serie E, esta línea de objetivos me parece buenísima, conociendo además que eran los mas accesibles de su época. Desde luego tienen mucha más calidad óptica (o muchísima más) que las ópticas de iniciación de Nikon actuales, refiriéndome a los AF-S 18-55mm G ED y 70-300mm G (no ED). Si no te importa perder el AF... para viajar ligero, en la "mochila": un 28mm Serie E con un 75-150mm Serie E también, y a correr, tienes un equipo para todo y vas a conseguir fotos de mucha calidad con toda seguridad. Es más, no necesitas ni mochila, con una bolsa discreta será suficiente para todo el material. Y si además cabe en el bolsillo un anillo inversor, sales con un equipo para hacer super-macros de calidad profesional.
Sistema de lentes: 5 elementos en 5 grupos
Angulo de visión 74°
Nº de aspas del diafragma 7
Apertura constante: f2.8 - f22
Distancia mínima de enfoque 30cm
Tamaño de rosca para filtros 52mm
Aumento máximo 1:5
Dimensiones min. (diámetro x largo) 62.5 x 44.5 mm
Peso 150 g. aprox.
Accesorio: parasol de rosca HR-6
Precio de 2ª mano usado en buen estado:
entre 80 y 120 euros
fotos y opinión por ©2013 Juan Gaston Alonso para masternautas.com