El fotógrafo moderno requiere de todas las comodidades que ofrecen las siglas "auto-loquesea", "VR", "OS", "AF"... Pero si lo que importa es la imagen final esas siglas no significan nada o muy poco. Y aquellos fotógrafos de la era analógica que se quejaban de la "democratización" de la fotografía están definitivamente enterrados y olvidados. La crisis ha acabado con los sueños de exclusividad de una profesión que se distinguía por pagar un alto precio por su material de trabajo, material profesional que hoy es relegado al fondo de las vitrinas, que ha perdido valor de mercado y se puede encontrar en buen estado por tres veces nada.
Buscando una buena oferta de un Nikon 70-210mm Serie E di con este Tokina en una subasta, a un precio que me da vergüenza publicar. Investigué por la red y encontré pocas referencias de esta pieza, pero todas positivas. Así que ¿porqué no? El mercado de segunda mano de material analógico te puede dar sorpresones mayúsculos.
Tampoco encontré muchas referencias en tiendas de ocasión, en ebay y similares, había pocas unidades de este modelo a la venta. En ebay varían los precios de 14€ a 60€ (no todos con montura Nikon, sin contar el envío, y en dudoso estado de conservación). Tampoco he encontrado información en la página oficial del fabricante. Increíble ver cómo se olvidan estas máquinas. Es curioso, por un precio de cachondeo total he conseguido una óptica "de colección" en casi perfecto estado y que adelanto da resultados de primera.
Este Tokina RMC 70-210mm f4, el modelo probado, tiene en su montura trasera una marca grabada "N/AI" como se puede observar en la foto anexa. Supuestamente la montura original de este objetivo debe haber sido anterior a la construcción de las monturas Ai Nikon y ha sido objeto de una conversión a montura Ai. Es decir totalmente compatible con la monturas de todas las digitales modernas, aunque lógicamente sin automatismos AF ni control de la exposición salvo en cámaras con menús de configuración de objetivos manuales. Con la Nikon D80 se puede disparar "a pelo" con esta pieza, la única ayuda de la cámara será la del puntito indicador de enfoque en el visor.
Dicho esto, si se encuentra este objetivo es recomendable ver primero si la montura está adaptada al sistema Ai. Si no lo está será compatible con algunas digitales pero no con todas, por la la montura. El objetivo probado es la versión de diafragma continuo 1:4, con macro relación 1:4 (también). Existen varias versiones del 70-210mm de Tokina con otras aperturas, conviene remarcar este dato. Los Tokina también llevan otras siglas, RMC EMZ, SD, SZ-X, AT-X, pero este modelo es RMC a secas. He encontrado un post sobre este mismo para Pentax donde lo nombran "RMC II", pero en el frontal de este objetivo para Nikon la referencia es "RMC" sin más.
El cuerpo del objetivo es metálico, al uso de los primeros Serie E, pero sin plásticos salvo el de la goma del barril de zoom/enfoque. Es un poco mas largo y sensiblemente mas pesado que el Nikon 75-150mm de la Serie E, pero da sensación de ligereza. Sus "homólogos": el Nikon 70-210mm f4 Series E es algo mas pesado, con 730g, y el 70-210mm AF-D se sitúa entre los dos, con 600g, lo que convierte al Tokina en la mejor opción.
El deslizamiento del barril es bueno, no se desliza solo como ocurre con los zooms de la Serie E de Nikon. Esta unidad está un poco suelta, muy poco, el zoom se desliza solo si lo ponemos boca bajo, pero muy despacio, como medio milímetro cada segundo, nada que moleste, es imperceptible.
El anillo de diafragmado es cómodo de accionar. Entre las aperturas marcadas hay medios "stops", salvo entre f/4 y f/5.6, y entre f/22 y f/32.
En el barril del objetivo tenemos marcadas las escalas de relación de aproximación, hasta 1:4 "macro", y las focales; en el barril del zoom/enfoque tenemos las distancias de enfoque en metros y pies. El enfoque no es interno, hace girar el barril y con él el frontal del objetivo, dato para el uso de filtros polarizadores y degradados.
Es un objetivo con el barril "dos en uno", el mismo barril hace zoom para adelante/atrás y enfoca girando. Es cómodo de accionar, y tiene solo una pequeñísima holgura prácticamente inapreciable al hacer contacto para coger el barril, mínima de verdad, pero luego el accionamiento es impecable. Aún así da mayor sensación de fragilidad que el Nikon 75-150mm, que tiene mas holguras. "Fragilidad" sin olvidarnos de que se trata de un objetivo metálico, hay que matizar.
Su peso contenido lo hace muy estable, lo que se agradece por partida doble; a la hora de disparar y a la hora de transportarlo en desplazamientos largos. Es una ventaja para la nitidez de las fotografías, para poder disparar sin necesidad de trípode a 210mm, que es una focal que suele pedir un punto de apoyo o un sistema VR. Si tenemos condiciones de luz favorables en exteriores podemos tranquilamente dejar el trípode en casa con este Tokina, ¡otro ahorro de peso! Además la construcción del objetivo ayuda, la focal de 210mm se consigue con el barril del zoom pegado a la cámara, lo que tira el peso hacia el fotógrafo, igual que ocurre con el Nikon 75-150mm.
Una nota negativa es la suavidad de la óptica en las distancias mas cortas por debajo de dos metros. Cuando hay mucha luz en ocasiones cuesta enfocar por el visor, se ve la suavidad de la imagen por el espejo y cuesta fijarse en el detalle fino. Lo que resuelve sin problemas cualquier sistema de AF autofoco se convierte en una tarea complicada que nos pude retrasar algún disparo. Es entonces cuando recordamos que tenemos entre manos un objetivo de enfoque manual sin AF.
Me ha sorprendido mas que gratamente. En primer lugar porque el peso del objetivo ayuda a un bajo nivel de trepidación de las fotos obtenidas y los resultados son nítidos a pulso. Pero además en la mayoría de distancias, aperturas y focales se consiguen resultados bastante buenos, con una nitidez de imagen fantástica independientemente del factor trípode.
Donde puede fallar, con reservas al respecto, es en la corta distancia a 210mm. Es posible que hayan querido estirar demasiado las prestaciones del modelo para colgarle la etiqueta "macro". Se consigue la relación de ampliación 1:4 a 210mm a mas o menos un metro de distancia, pero los resultados son suaves incluso a f/8. Deberemos bajar "sin miedo" a f/16 para conseguir una nitidez óptima a esta distancia. Las "reservas" que tengo al respecto son que esta suavidad no viene exenta de calidad, los resultados no son malos tampoco, pero no conseguiremos alta resolución en distancias cortas por debajo de dos metros a 210mm y f/4. A 70mm y f/4 en la distancia mínima se comporta perfecto, bastante nítido y contrastado, pero sin tanta ampliación, claro.
La cosa cambia por encima de dos metros, y se disfruta una vez las imágenes vistas con lupa en una pantalla de ordenador. La nitidez de las fotografías es notable en todo el fotograma DX, mejor a la focal de 70mm pero ya buenísima en los 210mm. Ayuda seguramente la cuestión del peso contenido del objetivo, pero también un muy bajo nivel de aberraciones cromáticas que prácticamente desaparecen por completo a f/8, y un bajo nivel de distorsión del zoom. No se aprecia distorsión a 70mm, y sí una leve distorsión de barril a 210mm, está verdaderamente bien en este apartado para ser un zoom 3X.
La calidad del bokeh de este Tokina 70-210mm f4 es buena, pero debemos tener cuidado con los puntos de luz fuerte contrastados, podemos encontrarnos con "donuts" en algunas ocasiones cerca de la focal de 70mm en las cortas distancias. A 210mm los desenfoques no ofrecen dudas, y es donde mas se pueden disfrutar, por cantidad pero también por calidad y a cualquier distancia. A 210mm a tres-cuatro metros del sujeto podemos conseguir un bokeh muy bueno y nada intrusivo disparando incluso a f/8.
La resolución de este objetivo es muy buena en uso normal para una cámara de 10mp como es la Nikon D80. Queda por probarlo en cámaras con mas resolución y megapixels, diría que puede con bastante más aunque no parece que llegue al nivel de un normal Nikkor 50mm 1.8 de referencia. Digo esto comparando resultados en modo macro con tubos de extensión, donde se exprime la óptica aunque sólo en su sección central.
Conviene tener cuidado con la incidencia de la luz solar en la fotos con este Tokina. Un parasol puede ayudar sin duda, la óptica no acaba de matar los reflejos y si bien no se muestran acusados pueden velar parcialmente una foto. Es un tema que puede parecer secundario pero que se debe tener muy en cuenta en exteriores.
Este objetivo pinta fenómeno para retrato. A 180mm y f/4 a unos cuatro metros de nuestro modelo vamos a hacer fotos sensacionales. No tiene la luminosidad de un f/2.8 pero en focales grandes la diferencia en los resultados no es tan grande a primera vista.
Para paisajes tenemos una pieza maravillosa, que pesa poco en la mochila (se agradece a la hora de subir cuestas...) pero además muy estable a la hora de disparar. Nota: cuando hablo de fotos nítidas con este objetivo son fotos tiradas siempre a ISO 100, es decir sin la ayuda de una subida de la sensibilidad que por otra parte afectaría a la nitidez de las fotos. En una prueba con el objetivo a 70mm a pulso conseguí una foto sin trepidar a 1/80s, una obturación normal para esta focal a pulso, pero ¡a f/32!; eso sí, tuve que subir a ISO 400, pero no está nada mal para cerrar el diafragma a tope. La misma foto a ISO 100 y f/22 me salió un pelín trepidada a 1/30s, pero me salió perfecta a f/16 - ISO 100, a 70mm siempre y 1/60s. Perfecta es perfecta, por la difracción un puntito menos nítida que las pruebas a f/8 y f/11, pero impecable de calidad. Pinta muy bien para paisajes con necesidad de profundidad de campo, y a pulso si hay luz.
Con la D80 enfocando lejos a la máxima apertura tengo cuidado de enfocar por lo que veo en el espejo, no me fío del punto de confirmación de enfoque en el visor, no suele ser preciso y pueden salir fotos mal enfocadas. Me ocurre con algunos objetivos, como con este. Como el enfoque del Tokina es progresivo y no lineal, y está comprimido en las largas distancias a infinito, cuesta un poco dar con el enfoque exacto. El puntito de confirmación parpadea demasiado y acaba despistando, como si la cámara se hiciera un lío.
Para fotografía de sujetos en movimiento o deportiva mejor nos olvidamos, no puede competir con ningún objetivo AF, Y es que este Tokina no es nada rápido para enfocar para colmo. Es preciso, eso sí, pero el enfoque es sobre un giro de 270º, muy largo, y el reparto es exponencial, no lineal. Con lo que podemos enfocar con mucha precisión por debajo de cinco metros, pero luego la precisión es menor en distancias largas. Y es demasiado radio de giro para conseguir rápidamente el foco.
La rotulación de "macro" avisa que nos podemos acercar bastante a los motivos, pero con calidad limitada. No es un objetivo macro, definitivamente, es demasiado suave. La resolución no es muy alta a distancias cortas, pero al permitir cerrar el diafragma a f/32 conseguiremos fotos con mucho detalle en esta modalidad. Aunque cambia bastante usado con tubos de extensión. Cuando se usan tubos las distancias de trabajo quedan reducidas a unos pocos centímetros, y se puede enfocar usando el zoom. Un truco para que las imágenes salgan lo mas nítidas posible es girar el barril a tope como si enfocaramos a infinito, así nos alejamos del rango de distancias mas cercanas que dan suavidad de resultados y menos calidad. Como tenemos los tubos el foco no se va muy lejos, en realidad se va a unos centímetros como mucho, así que podemos usar el zoom para reenfocar, o dar un pasíto atrás; no hará falta el pasito, con mover un poco la cámara será suficiente, y obtendremos lo mejor de este Tokina, imágenes súper nítidas con un nivel de aberraciones cromáticas sorprendentemente mínimo, incluso a f/4.
Vista la calidad de las fotografías que he conseguido con este Tokina ni en el mejor de mis sueños me imaginaba el precio que pagué por él. Pues mira, mejor así, ¿no? Cuando ves a personas interesadas en el mundo de la fotografía asociar precios altos a "categoría" y calidad de producto te das cuenta que no tienen en cuenta el factor RESULTADOS. No recomiendo a nadie comprar material fotográfico si no es para conseguir buenas fotos, y no para "fardar" de equipo.
Su mantenemos el barril de enfoque por encima de los dos-tres metros conseguiremos sacar lo mejor de esta óptica incluso a su máxima apertura constante, y en todas las focales. La principal pega es el trabajo enfocando por debajo de estas distancias, otra puede ser el trabajo de enfocar por el espejo con un visor de cámara DX, imagino que con una cámara FX desaparece esta complicación por ser tener visores mas grandes y luminosos.
Y cuando ves la calidad fotográfica que te dan estas ópticas antiguas te las ingenias como sea para no echar de menos sistemas AF y VR, es decir autofocos y sistemas de estabilización. Este Tokina ya de por sí le da un patadón al sistema de estabilización de primeras, no lo necesita en condiciones normales y eso que llega a 210mm. Un tele que va a competir por un hueco en mi mochila con nada más y nada menos que un Nikon 75-150mm, sobre todo en desplazamientos largos.
Sistema de lentes: ni idea, sin información
Montura Nikon Ai, unidad probada
Nº de aspas del diafragma 7 sin redondear
Apertura: f4 en todas las focales
Distancia mínima de enfoque 110cm
Tamaño de rosca para filtros 55mm
Aumento máximo 1:4 en modo macro a 210mm
Dimensiones largo: 13,9mm-15,2mm (foco un metro-infinito, del frontal a la montura de la cámara)
Diámetro: 68mm
Peso 574 g. aprox.
Precio de 2ª mano usado:
entre 14 y 70 euros
fotos y opinión por ©2013 Juan Gaston Alonso para masternautas.com