Nikkor 35mm 2.8 ai, made in Japan
Estuve buscando un 35 mm para usar invertido en fotografía macro, puesto que el 50mm invertido no me da la ampliación suficiente para enmarcar algún que otro bicho (o bissho), y el Nikon 28mm que uso habitualmente se pasa de ampliación para sacar, por ejemplo, un pequeño escarabajo o una abeja grande, estos se salen de la foto. Así que decidí salir a buscar una focal intermedia entre 28 y 50mm, y di con esta joya construida hace lustros, de segunda mano claro está, aunque de aspecto nuevo novísimo.
Estos objetivos "Ai" antiguos se resisten a pasar de moda, dada su construcción maravillosa que los hace cuasi-indestructibles por una parte, pero sobre todo por su mecanismo de enfoque manual, una delicia de accionar. A esto le podemos sumar una óptica luminosa y de mucha calidad, el resultado puede ser el de "mírame y no me toques", o el de "¿pero cómo se te ocurre usar invertida esa maravilla? ¡Que ignominia!". Pues que menos que darle uso e intentar sacar lo mejor que puede dar, digo yo. Lo que sí que es un crimen es dejar estas bestias encerradas en una vitrina, parece que se revuelven y te llaman a gritos para que las montes en la cámara.
Sobre la construcción de este 35mm podría perfectamente copia-pegar las impresiones de la reseña del Nikkor 35-105mm 3.5-4.5 Ai-s en estas páginas.
Este modelo Nikkor 35mm 2.8 ai ha sido construido entre 1979 y 1981, tiene un diseño óptico de cinco elementos en cinco grupos que se replicaría en las versiones posteriores Ai-s. No es especialmente ligero para su tamaño, pero al ser tan corto el peso juega a su favor para darle estabilidad al equipo una vez montado en la cámara. Y 236 gramos no es un peso tampoco excesivo, al revés, da sensación de robustez. Precisamente acabo de recibir un Mamiya-Sekor E 28mm que debe pesar, gracias al plástico del que se compone, la mitad del peso este Nikkor 35mm, y concluyo que se agradece el peso extra del metal del Nikkor. Transmite sensación de construcción magnífica y de calidad extra.
El recorrido del giro del barril de enfoque de este Nikkor se realiza en unos 100º, con una suavidad y sensación de precisión extremas. No tiene, o es inapreciable, holgura ninguna, una maravilla para los seguidores del enfoque manual. Sin embargo la progresión del enfoque, unos 90º para las distancias de 30cm a 2 metros, y unos escasos 10º para las distancias de 2 metros a infinito, nos puede complicar alguna toma lejana. Esta cuestión se compensa con la citada precisión del giro del barril, y con que en la mayoría de casos por encima de dos metros usaremos una profundidad de campo mayor, para fotografía angular de paisaje, por ejemplo, en la que la precisión del enfoque no es crítica.
El cristal por la montura trasera del objetivo no está demasiado expuesto pero se debe tener cuidado para no golpearlo o arañarlo si no está montado en la cámara. No está "a ras" de la montura, pero casi, a unos 2mm. Lo mismo pasa con la lente frontal, no es como en un 50mm 1.8 AF en el que está literalmente hundida en el cuerpo, este 35mm necesita sí o sí un filtro de protección, es muy conveniente.
Compré este objetivo para usarlo invertido en modo macro, y no defrauda en absoluto. Por supuesto tiene otros usos mas apropiados, pero la resolución es suficiente para invertirlo y tirar fotos de una cámara de 10 mp con muy buena definición, parecida a la del 50mm 1.8 AF también invertido. El nivel de detalle y contraste es francamente bueno, algo difícil de conseguir en este modo en el que se exprimen la calidad y resolución del cristal, y en el que cualquier luz parásita puede velar la foto.
Sin gozar de la luminosidad de un 50mm 1.8 podemos también conseguir muy buenos retratos con este 35mm en cámaras DX, y el punto mas angular y la corta-cortísima distancia mínima de enfoque de 30 cm. juegan a favor en su caso. La apertura de f2.8 es suficiente para retratar y separar los fondos, mientras que la excelente nitidez a cortas distancias remarca el sujeto. Tiene prácticamente la misma utilidad en este modo que el "normal" 50mm 1.8 AF.
En concreto comparando estas dos ópticas en la distancia mínima de enfoque, el 35mm tiene la misma "suavidad" a f2.8 que pueda tener el 50mm 1.8 AF a f2.2, dato a favor del 50mm aunque no de mucha relevancia dada la calidad y el bajo nivel de suavidad en ambos casos en estas focales. El nivel de contraste es muy parecido en aperturas similares.
El bokeh de este 35mm es sensacional, simplemente perfecto o casi. Si cerramos un poco el diafragma empezaremos a notar gradualmente su construcción de siete palas rectas, pero los desenfoques son de muchísima calidad, muy graduales. Y las palas rectas ayudan a conseguir "estrellitas" en los puntos de luz fuertes cerrando el diafragma, si es el caso. El que escribe prefiere siempre palas redondeadas, pero ya puestos sabemos que con las palas rectas tenemos otras posibilidades.
Un punto a favor del contraste de este objetivo y de su calidad de imagen es la combinación de un bajo nivel (existente pero bajo y fácil de corregir) de aberraciones cromáticas y la resistencia a los destellos de luz (flares para los speakinglissh). La óptica parece dirigir muy bien la luz y no aparecen luces parásitas salvo si le sacamos una foto al sol, por ejemplo. Y aún así... el resultado es que resulta difícil velar una foto, lo que da un nivel de contraste y de color óptimos. Los cristales frontal y trasero de la unidad de las fotos tienen un recubrimiento con una ligera tonalidad magenta, este podría ser el responsable de este buen comportamiento.
Si lo usamos para arquitectura o paisajes también rinde adecuadamente, con un nivel de distorsión muy bajo y una nitidez muy buena en cámaras DX. Únicamente muestra un punto menos de nitidez en los bordes del fotograma cuando tenemos completamente abierto el diafragma, lo habitual en angulares de este tipo, según vamos cerrando este recuperamos toda la capacidad de captar detalle del objetivo. A f/5.6 o F/8 no ofrece dudas, en cualquier distancia y situación.
Este 35mm me va a servir mas de lo que esperaba en principio, dada la buena o excelente calidad de los resultados en múltiples situaciones fotográficas. Sigo pensando que parece mentira que, en este caso Nikon, se hayan podido fabricar ópticas de esta calidad y que se hayan desestimado en favor de otras mas de "usar y tirar", aunque hay que reconocer que en este segmento está haciendo méritos el "nuevo" Nikkor 35mm 1.8 G. Es paradójico que las ópticas antiguas se encuentren tiradas, a precios que no hacen justicia a su calidad, pero bueno, ¿qué le vamos a hacer, verdad? Acabo de comprar un Mamiya-Sekor E 28mm con sus añitos como nuevo, o nuevo sin el "como",... por 25 euros portes incluidos (me lo han traído a casa, palabra). ¿Es el momento de volver a la fotografía "analógica"?
Veo en ebay ópticas Nikon E 75-150mm en buen estado por debajo de 100 euros, Nikkors AF 70-210mm f/4-5.6 por debajo de 80 euros, en fin, no sigo. Algunos resellers de material usado o reacondicionado no compran mas material "analógico", parece que no lo quieren y será porque no lo venden. Así que si te animas a comprar material de super calidad a precio de saldo, ya sabes... no lo digas muy alto...
Sistema de lentes: 5 elementos en 5 grupos
Montura Nikon Ai
Nº de aspas del diafragma 7 sin redondear
Apertura: f2.8 - f22
Distancia mínima de enfoque 0.3 m.
Tamaño de rosca para filtros 52mm
Aumento máximo: 1:5.7
Dimensiones largo: 46-54.5mm
Diámetro: 63.5mm
Peso 236 g. aprox.
Precio de 2ª mano usado en buen estado:
entre 60 y 120 euros
fotos y opinión por ©2014 Juan Gaston Alonso para masternautas.com